Y tras el último post sobre la
instalación de
Maverick Meerkat y unos pocos días para testearla a fondo, he aquí mi particular reseña sobre la nueva versión de la distribución estrella de
Canonical.
Para empezar decir que (aunque los asiduos ya lo sabrán) tengo la costumbre de hacer una instalación de cero de cada una de las nuevas versiones que salen de
Ubuntu (las pocas veces que he optado por realizar una actualización desde una versión anterior siempre han terminado por darme problemas). Además, como tengo el
/home independizado en una partición, el proceso de post instalación se agiliza enormemente.
Pero vayamos por partes:
Novedades importantes (fuera de las mencionadas con el
instalador) no he encontrado demasiadas. Algo que por otra parte tampoco es que tenga que ser necesariamente malo. Soy partidario de que los desarrolladores deberían centrarse en corregir bugs, potenciar la estabilidad o mejorar el rendimiento y dejar a un lado tanto cambio estético.
Por un lado, al menos el escritorio con
Gnome que es el que he instalado, no viene con ningún cambio revolucionario. Si que es cierto que han mejorado algo el aspecto visual pero como digo tampoco nada del otro mundo. Tampoco encuentro novedades importantes en el navegador de archivos, aunque han añadido nuevas funciones como el
applet con controles para los reproductores de audio.
Fuera del apartado gráfico, el centro de software ha adquirido más protagonismo y por lo que veo han modificado la clasificación de los programas disponibles. Además hay mayor variedad de aplicaciones. Eso sí, tenía entendido que a partir de
Maverick Meerkat el centro de software de Ubuntu iba a reemplazar (o pretendía al menos) a nuestro querido gestor de paquetes de
Synpatic, sin embargo éste último sigue apareciendo en el menú así que no sé qué ocurrirá en versiones venideras.
Por otro lado, he leído (digo he leído porque no es algo que haya podido comprobar en primera persona) en los foros de Ubuntu que con el nuevo Kernel se han mejorado mucho aspectos como la gestión de la energía, sobre todo de las GPUs de las
tarjetas gráficas ATI, del trafico de red y de la virtualización.
Y la verdad que... poquito poquito más.
Eso sí, he de decir que tengo la impresión de estar usando un sistema que me da una mayor sensación de robustez y estabilidad (no sé si será suficiente pretexto para incentivar su instalación pero es lo que hay).
En resumidas cuentas, yo diría que las mejoras que trae
Ubuntu 10.10 con respecto a su predecesor se centran básicamente en que ahora es más sencillo y claro de instalar y que dejando de lado cambios demasiado significativos, se han centrado en corregir bugs y se ha potenciando y mejorado la estabilidad y el rendimiento del sistema.
Me quedaría en que es un digno sucesor de
Lucid pero nada más. No es una versión que tenga nada especial, pero se agradecen los pequeños detalles que permiten tener actualizado el sistema con pequeñas correcciones y añadidos. Por poner un ejemplo, creo que esta nueva versión sería algo similar a lo que antiguamente eran los
service pack que recuerdo que aparecían cada x años para actualizar
Windows Xp y que no eran más que paquetes que recopilaban e instalaban actualizaciones y corregían bugs del sistema.
¿Mi consejo? Si
Lucid te funciona bien y lo tienes bien pulido (lograr que el sistema esté completamente a tu gusto no es tarea sencilla) no
actualices a
Maverick Meerkat. No creo que merezca la pena. Eso claro está, siempre que no padezcas de esa extraña enfermedad que te obliga a probar todas las versiones nuevas que salen de
Ubuntu (a no ser que tengas un blog sobre
Linux no siempre es lo más recomendable jeje).
Y como siempre, bienvenida sea toda crítica en forma de comentario a este reseña ;) .